
Es indiscutible que la ovulación afecta el comportamiento femenino en relación con el sexo y la pareja. El tiempo ovulando es realmente el momento clave en la reproducción humana y las mujeres suelen pensar más en sexo y algunas tienden a sentirse atraídas por hombres rebeldes, los considerados “chicos malos”. Pues bien, de acuerdo con un experimento elaborado por Kristina Durante, de la Universidad de Texas en San Antonio (UTSA), las hormonas durante la ovulación influyen en la percepción femenina respecto a padres potenciales.
“Investigaciones previas han mostrado que en la semana cerca de la ovulación las mujeres se sienten atraídas hacia hombres calificados como sexy, rebeldes y guapos, un James Bond”, dijo Durante. "Pero hasta ahora no estaba claro por qué se les ocurriría siquiera que es aconsejable aplicar medidas a largo plazo con este tipo de hombres”.
Varios estudios fueron elaborados, tanto en cuestionarios como en citas con parejas durante los períodos de fertilidad alta y baja. Los investigadores notaron que cuando la persona está cerca del tiempo fértil, la percepción tiende a engañarla y aprecia, como si fuera algo normal, que hombres que realmente no están interesados en un compromiso pueden cambiar de opinión y contribuir, a largo plazo, con tareas domésticas.
“Bajo la influencia hormonal de la ovulación, las mujeres se engañan al pensar que los chicos malos se convertirán en socios fieles y mejores papás”, explicó Durante. “Cuando miras con los lentes de la ovulación, el Señor Equivocado es exactamente igual al Hombre Perfecto”.
Por supuesto, la raza humana está muy diversificada y la información está disponible fácilmente para muchos. Sin embargo, pertenecemos a una especie que está enlazada con la ovulación, y aunque podemos actuar de forma distinta, sus demandas son más o menos las mismas. La biología de la evolución responde de formas varias a la pregunta sobre para qué una mujer prefiere invertir un embarazo en un hombre que no desea compromisos, ¿por qué la evolución permitiría algo así? De hecho, en algunas aves, las hembras se aparean con aves que no van a invertir en el polluelo y luego hacen pasar la cría como si fuera de otro animal que sí prefiere el compromiso y la ayuda. Muchas veces, ciertos tipos de genes se hacen notar más que otros y tienden a despertar una imagen distinta en la hembra, una imagen que desea, quiere los genes que percibe en el comportamiento o la apariencia del otro.
Ciertamente, los experimentos no hablan individualmente de cada uno de nosotros, pero sí representan una parte importante de la especie.
“A pesar de ser una distorsión psicológica puede estar preparando mujeres a elegir socios a corto plazo. Para algunas, perder la oportunidad de aparearse con un chico malo es demasiado costosa para dejarla pasar", dijo Durante. “Después de todo, nunca se sabe si podría ser el hombre perfecto para ella. Por eso su percepción la engaña, haciéndola pensar que sí lo es”.
Publicado en el diario de Personalidad y Psicología Social: http://www.apa.org/pubs/
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